Gracias a David Bravo (autor del libro) y a Sofia Alamo nos acabamos de enterar que el libro del señor Bravo, ya se puede obtener la version digital del mismo desde la bitacora Elastico. Espero que os resulte de interes y ayudeis a divulgar lo que alli se defiende y no solo a traves de las descargas. ********************************************************************************** Hacia
ya algún tiempo que no hablábamos de nuestra “querida ministra de
Kultura” y de sus amigos que se creen unos defensores de la Kultura de
pacotilla cuando en realidad no ocultan mas que sus intereses
mercantiles. Uno de los personajes que están siendo muy activos frente
a esta supuesta “defensa de la kultura” y que solo pretende el mantener
un modelo de mercado que ante el avance de las NN.TT. tendrá que
cambiar quieran o no y que solo pretende una sociedad iletrada y nada
critica, porque la verdadera cultura te hace pensar y cuestionarse las
cosas, es el abogado David Bravo el cual ha publicado un libro titulado “Copia este libro”.
El
señor Bravo y sus editores suponemos que también, han incluido su libro
bajo las licencias Creative Commons y sabiendo que la mejor publicidad
es “radio macuto” han demostrado seguir el ejemplo que hace algún
tiempo elogiábamos a un defensor de sus derechos de autor, como es George Lucas y que podría dar lecciones a estos supuestos defensores de la Kultura.
Siendo
coherente con lo que defiende el señor Bravo, ha permitido que su libro
sea reproducido total o parcialmente siempre que no haya animo de
lucro, lo cual haga que su obra llegue a mas personas que de otra
manera, además de no sentirse perseguidos aunque no se haya cometido
ningún delito. Por tanto, tenemos que alabar la idea del señor Bravo y
hemos podido ver que gracias a Informativos Tele5
se ha reproducido el primer capitulo de dicha obra, para que así,
muchos posibles lectores, puedan leerlo y si tenían dudas sobre
comprarlo o no, poder decidir sobre un juicio. Esto mismo hizo hace
meses don Arturo Pérez Reverte con el primer capitulo de su novela Cabo Trafalgar, ya que se podía descargar desde la pagina oficial El capitán Alatriste (aun se puede descargar el primer capitulo además de ser una pagina web muy interesante para los seguidores del académico).
Estos
ejemplos demuestran la inteligencia y la adaptación de ambos autores y
de sus editoriales frente a un modelo de negocio que esta abocado y
ante unos supuestos defensores de la kultura, que solo buscan sus
intereses particulares y que siendo legítimos en empresarios, no lo son
en el caso de un político, como es doña Carmen, que esta mas atenta a
estos intereses de cierto lobby, en vez de a los intereses generales de
la ciudadanía y que esta dispuesta a acrecentar la brecha digital en
España y a alejarnos de la Sociedad de la Información que ella tanto
defendía como miembro del Parlamento Andaluz, para beneficiar a unos
pocos. A continuación pasamos a reproducir, el primer capitulo del
libro del señor Bravo desde el enlace con Informativos Tele 5
“BENEFICIOS
"La
mayor riqueza que tiene un país es la cultura, eso lo hace más libre.
Un país será más libre en cuanto sea más culto. Es difícil que exista
un país culto que se haya sometido a una tiranía. Yo creo que es la
gran riqueza del colectivo humano, la cultura, pues es lo que lo
diferencia de las bestias. Es el deseo de conocimiento".
Luis Eduardo Aute
En
estos tiempos de lógica de mercado, los que escuchan música que no han
comprado, no escuchan música sino otra cosa que quizás se le parezca.
No merecen la calificación de melómanos sino de fanáticos de la música
pirata los que cantan y bailan las canciones que no han pasado por
caja.
Cuando apareció un virus que borraba los archivos Mp3 de
los discos duros de los usuarios de las redes P2P, la Asociación de
Compositores y Autores de la Música dijo que ese virus iba “contra los
amantes de la música pirata”. Los usuarios de P2P no aman la música,
sino la música pirata, que debe ser otra cosa distinta.
Para
Zapatero “el mejor homenaje a nuestra obra universal lo ha dado el
pueblo comprando y leyendo El Quijote más que nunca en nuestra
historia”. El hecho de que El Quijote se haya comprado es una de las
partes fundamentales en la ecuación del amor a la cultura. De hecho,
como no hay cámaras ocultas en las casas, no hay tampoco datos veraces
de que se ha leído, sino tan solo de que se ha comprado, que es, al
parecer, lo determinante. Ver las películas de la televisión, leer en
la biblioteca o escuchar el disco que te ha copiado tu amigo no son
actos que celebran y festejan la cultura sino que simplemente la
parasitan. Para los que han aprendido que también la pasión se mide con
cifras, el amor, como en San Valentín, se demuestra pagando. * * *
Los exiliados de las estadísticas
En
una carta al director enviada al diario EL PAÍS, un lector cuenta la
misión imposible que para él y su esposa supuso ir a la ópera. El
impedimento, en realidad, solo era uno: las dos entradas les costaban
242 euros. Después de lamentarse de que la ópera fuera un espectáculo
dirigido a los pocos que pueden pagársela, terminó su carta en un
estado de exaltación y furia diciendo: “Y a vosotros, compañeros
proletarios de la cultura, sólo un mensaje: ¡Viva la piratería! ¡Viva
el top-manta! ¡Piratead, copiad, bajaos de Internet, colaos en los
espectáculos, usad las bibliotecas públicas!”.
La piratería es
hija de un sistema que ha condenado al hambre cultural a la mayor parte
de la población. Esta censura del siglo XXI en la que se ha convertido
el precio, es la mayor promotora de la subversión que supone la copia.
Cuando los excluidos han conseguido acceder a avances tecnológicos que
les daba entrada en un círculo reservado a una élite, el poder
económico ha reaccionado con la táctica del miedo, el engaño y el
coscorrón.
El beneficio que genera compartir cultura sin
limitación es un exiliado en los medios de masas y en las agendas de
los gobiernos. Nada o menos que nada importa el hecho de que millones
de ciudadanos tengan hoy un acceso a la cultura que hasta ayer solo
soñaban. Que se pida que el interés privado no aplaste al interés
general o que las empresas se adapten o sometan a esta nueva realidad
es un delirio propio de piratas.
La mayoría de los creadores
no serían lo que son si no hubiera existido antes lo que ahora llaman
piratería. Si vas a casa de cualquier músico verás que guarda como
reliquia del pasado una pila de casetes que, en sus tiempos, se
multiplicaban de amigo en amigo. Es esa música, esa cultura que se
regalaba, la causa de que ellos hoy sepan qué hacer en el estudio de
grabación. La única manera de tenerle ganas a la música es escuchándola
y no hay mayor inspiración para hacerlo que ver cómo lo hicieron otros.
La principal instrucción de muchos músicos de hoy viene, precisamente,
de que se saltaron la barrera que construyó el mercado y accedieron a
una cultura que les estaba negada. Sería bueno que existieran los
encuestados sinceros y pudiéramos saber cuántos autores de los que hoy
claman contra la piratería han sido amamantados por ella.
Daniel
Samper Pizano explica en el prólogo del libro “Gerardo Masana y la
fundación de Les Luthiers” que oyó “por primera vez la música de Les
Luthiers a principios de 1975 en Colombia” gracias a una “mano
misericordiosa” que le entregó “un casete que alguien copió de cierto
casete que alguien había copiado de otro casete que copió, a su vez, un
admirador anónimo”. Esa mano misericordiosa de ayer, mano pirata de
hoy, fue la que hizo que años después Samper escribiera el libro “Les
Luthiers de la L a la S”. Son exiliados de las estadísticas todas las
obras que nacen gracias a la misma práctica que algunos dicen que
asesina la cultura y ahoga la creación.
No solo la difusión de
la cultura multiplica a los que la saben crear sino también a los que
la saben disfrutar. Mientras la televisión te condena a pena de
aburrimiento perpetuo, las redes P2P han supuesto para millones de
personas la burla de un sistema diseñado para desactivar cerebros y
homogeneizar personas.
En lugar de aplaudir e intentar
mantener ese avance que multiplica el acceso y la diversidad cultural
de los ciudadanos, los gobiernos han decidido despreciar y criminalizar
a la sociedad a la que deberían representar y proteger. El interés que
suscita el acceso a la cultura lo resumió bien una parlamentaria en un
debate en La 2 y que dijo que “lamentablemente en España se lee poco,
pero lo importante es que no se lea pirata”. En la España en la que la
Pantoja y Pocholo son las dos personas más populares del 2003 lo
importante no es que los ciudadanos lean, sino que no lean fotocopias.
Pero
el derecho al acceso a la cultura no es el derecho al ocio, ni el
derecho a disfrutar del tiempo libre. Es mucho más. El crecimiento de
cada persona es muy distinto dependiendo de la cultura que come y
digiere. Tus aficiones, inquietudes, deseos e ideologías están
directamente relacionadas con los libros que lees, las películas que
ves y las canciones que escuchas. Lo que está en juego es el derecho al
desarrollo de la personalidad. Lo que está en juego es el derecho a
ser.
La cultura es la vitamina que exige el derecho a la
libertad de expresión para que pueda ser ejercido con toda su potencia.
Uno de los mejores trucos de las democracias de hoy consiste en dejar
plena libertad a decir lo que se quiera a los mismos ciudadanos a los
que la televisión les ha cortado la lengua. ¿Qué libertad de expresión
tiene el ciudadano que no tiene nada que expresar o que no sabe cómo
hacerlo? ¿Qué libertad de elección tiene quien solo sabe elegir qué
concursante de Gran Hermano debe abandonar la casa? Derecho formal es
como puede llamarse a la libertad de expresión en los tiempos en los
que Carmen de Mairena es un ídolo de masas. Es el derecho a dormir en
el Ritz del pobre, el derecho a pensar del lobotomizado y el derecho a
andar del encadenado. La libertad de crítica a lo establecido sin
acceso al conocimiento es como la libertad de disparar sin balas.
La
obra de teatro de la compañía Animalario "Alejandro y Ana (lo que
España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente)",
que está editada en DVD, no escapa, como ninguna, de la posibilidad de
ser copiada. Fue por eso por lo que el Ciberpaís preguntó qué opinaba
sobre esa realidad a uno de los intérpretes de la obra, Guillermo
Toledo, quien, sin pelos en la lengua, dejó claro que está
"absolutamente a favor" porque, según cuentan que cuenta, él lo que
quiere es “que la gente lo vea”.
De mis amigos no fueron pocos
los que siguieron el consejo de Guillermo y de mano a mano, de amigo a
amigo, el CD pasó por todos y cada uno de los que forman mi círculo
cercano y no tan cercano.
Meses después nos enteramos de que
Animalario venía a Sevilla a representar la obra que ya era un clásico
para nosotros y fuimos legión los que decidimos asistir al banquete. De
los que fueron, muchos jamás habían ido antes ni a esa ni a ninguna
otra obra de teatro. De los que ya habían ido, mucho hacía que no iban.
Pero aquella descarga que se compartió, hizo que no menos de veinte
asientos se reservaran para la boda. Y, a pesar de todo, esos veinte
asientos, esas veinte entradas y esos veinte amigos jamás cuentan en
las cuentas de ninguno de los informes que analizan los perjuicios que
causa el compartir.
En los periódicos y en los estudios
encargados por las entidades de gestión las únicas cifras serias son
las que enumeran euros y no las que enumeran personas. Esos millones no
importan para los que consideran sus intereses privados como los más
importantes del planeta. Para el poder, los derechos ajenos cuando no
se ignoran se supeditan y los suyos ganan por goleada cuando se
enfrentan a los de todos los demás. Teddy Bautista, presidente
ejecutivo de SGAE, lo tiene claro y para él la propiedad intelectual
debería ser más preservada que otro tipo de bienes.
El
pensamiento mercantil menosprecia el disfrute gratuito por el mero
hecho de serlo. La mayoría de los usos de las redes P2P dan beneficios
a los ciudadanos sin causar perjuicios, por la sencilla razón de que
son inocuos. Personas que se bajan música, películas o libros que jamás
se habrían comprado, son señalados con el dedo por hacer algo que
“saben que está mal”. Resulta sin embargo un misterio que esté mal algo
que no hace mal a nadie.
Según un estudio de dos profesores de
la universidad de Harvard y de Carolina del Norte y que pueden secundar
la mayoría de usuarios de P2P, la cantidad de obras descargadas que se
habrían comprado oscila entre ninguna y casi ninguna. Y no solo eso,
gran parte de las obras que tienen unos pocos años no podrían comprarse
ni aunque se quisiera porque están descatalogadas. El 75% de las obras
musicales publicadas por las grandes compañías no existen en ningún
estante de ninguna tienda. Algo semejante puede decirse de libros y
películas de las que únicamente mantienen en los comercios las
novedades y los clásicos de renombre. Además de eso, hay obras que
simplemente nunca han sido publicadas en nuestro país y que nunca lo
serán. La descarga de esas obras que resulta inofensiva también es
vista con recelo por la lógica de mercado que no entiende el disfrute
sin precio.
El individualismo como filosofía de vida nos
enseña que nuestro esfuerzo no debe beneficiar a los demás aunque ese
beneficio no suponga para nosotros un perjuicio correlativo.
Pedro
Farré, conocido jurista de SGAE, explica bien esta teoría. Para él
copiar obras sujetas a propiedad intelectual es como si "después de
haber estudiado muchas horas para hacer un examen, el compañero que se
sienta al lado lo copia. De forma natural cualquier estudiante se
rebelaría contra esto, porque el esfuerzo de cada quien debe significar
recompensa para este mismo”. La moraleja del cuento es clara: no solo
es importante que tu esfuerzo te beneficie a ti sino que sobre todo no
beneficie también a los demás. Quítale la careta a tu compañero.
Desconfía. Él no es tu amigo, es un parásito, es un competidor que se
aprovecha de tu esfuerzo.
En todas las clases, de todos los
institutos de todos los países siempre había uno que no te prestaba los
apuntes, que si le mirabas el examen llamaba a la seño y que si le
decías que te ayudara con el problema de matemáticas te decía “haber
atendido en clase”. Al parecer este tipo de persona que coleccionaba
dieces y collejas y que veía la vida como una carrera de obstáculos en
la que estás solo, es el único que actuaba “de forma natural”. El
egoísmo, la competitividad y el individualismo feroz no solo no son
defectos sino que forman parte del ser humano como las uñas, el pelo y
los dientes. Si colaboras, si ayudas, o si tu mirada no está enamorada
de tu ombligo, tú y solo tú eres el raro. La vida y los palos de la
comunidad de los rectos te enseñarán el verdadero camino.
Internet
es todavía el privilegio de unos pocos, y esa es la razón por la que el
daño que hacen las redes P2P a la venta de discos sea, como dice el
estudio de la Universidad de Harvard, “indistinguible de cero”. Pero
eso no quiere decir que no se vaya a producir un daño en el futuro. La
música no morirá, pero es probable que la venta de discos sea dentro de
unos años una reliquia del pasado, como reliquia del pasado son las
lámparas de queroseno o los coches de caballos que dejaron paso a los
coches de motor. El hecho de que los inventos no puedan desinventarse
es el mayor miedo de muchas empresas y trabajadores que se ven
sustituidos inevitablemente por la máquina. En el pasado, se
abalanzaban contra los telares mecánicos los que hacían ese trabajo
manualmente y que habían quedado obsoletos por el avance tecnológico.
Esa llamada a la destrucción de la máquina, en su versión del siglo
XXI, es lo que hace actualmente la industria discográfica. La única
diferencia es que las leyes y las demandas de hoy sustituyen como arma
a los palos y las piedras de ayer.
En España se ha
generalizado la amenaza de que nosotros seremos los siguientes en ser
demandados por las grandes empresas discográficas. Millones de familias
están en el punto de mira bajo bendición de algunos artistas y del
gobierno. De éste gobierno y del anterior a éste. Mientras tanto, en
las paredes de las calles han aparecido gritos anónimos de los
amenazados y que dicen lo que los telediarios callan: “vuestro fallido
modelo de negocio no es mi problema”. Tomado de BRAVO David.: “Copia este libro”.
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No al canon de Internet y si al apoyo de una verdadera difusion de la Cultura.
El canon del ADSL y como Internet si difunde la verdadera cultura: Los Museos.
El uso de Internet y como España no esta a la cabeza de Europa.
La Digitalizacion de las bibliotecas, Internet y la Ministra.
Saludos a todos.
NO a la LOE
posdata:
Os ponemos el email de la Ministra de Kultura, para que si os animáis,
mandéis un mensaje (informa.admini@sgt.mcu.es) para mostrar vuestra
justa indignación por su intención de gravar el ADSL y acrecentar la
brecha digital en España.


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